28 junio, 2010

Solidaridad

¡SOLIDARIDAD ES LA TERNURA DE LOS PUEBLOS!

DEFINICIÓN: Se conoce con el término de solidaridad a aquel sentimiento o también considerado por muchos un valor, a través del cual las personas se sienten y reconocen unidas y compartiendo las mismas obligaciones, intereses e ideales y conformando además uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta la ética moderna.

CONTENIDO:

La solidaridad como respuesta.
Muchas son las cosas que podemos ha­cer. Ante el panorama del mundo, se dan dos posturas: la de impotencia, pesimista, paralizante y de la solidaridad responsable para el bien común de la humanidad.

Características de la Solidaridad:

No sólo es un sentimiento: La solidaridad debe guiarnos desde el sen­timiento hacia la razón y de ahí a la acción.
El corazón, cuna de los sentimientos, puede ser el primer lugar donde brote la solidaridad.

Es universal: La solidaridad debe alcanzar a toda la hu­manidad, a todo ser humano, si no podemos caer en el egoísmo.

Es un movimiento de ida y vuelta: Los dos sujetos que actúan en la solidaridad reciben y dan.

La solidaridad es radical: Usamos el término radical porque la solida­ridad va a las raíces, a las causas de la injusti­cia. Así, en la lucha por la justicia hay que tra­bajar en tres frentes: la asistencia, la promo­ción y la transformación de estructuras.

Dimensiones de la solidaridad.

Una forma de leer la realidad: La solidaridad nos ayuda a dar­nos cuenta de que siempre nuestra lectura o interpretación de la realidad se hace desde un contexto determinado. ¿Desde dónde nos situamos para mirar la realidad?.

Un modo de ser: Cada uno se descubre como persona, desarrolla sus po­tencialidades en relación con los demás, con la naturaleza, con uno mismo.

Un modo de actuar: La solidaridad es también un modo de ac­tuar, de trabajar. La solidaridad como modo de trabajar, como tarea comunitaria, como práctica de hacer cultura nos plantea muchos desafíos.

FUNDAMENTACIÓN:

La Solidaridad en clave bíblica:

La Biblia no menciona la palabra solidaridad, pero habla de la justicia y el amor.
El Antiguo Testamento nos transmite el mensaje de un Dios que sale al encuentro de su pueblo, para liberarlo, conducirlo a una vida digna, y velar porque se cumpla su proyecto de justicia y dignidad para todos.
El Nuevo Testamento nos transmite la propuesta de Jesús, Dios de la Vida, que llega a nosotros para enseñarnos el camino hacia el Reino.

“Si hay entre los tuyos un pobre, un hermano tuyo, en esa tierra tuya que va a darte el Señor, tu Dios, no endurezcas el corazón ni cierres la mano a tu hermano pobre. Ábrele la mano y préstale a la medida de su necesidad” .(Dt 15, 7-8)

"Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se aman unos a otros." Jn. 13, 34-35

"Si uno dice: «Yo amo a Dios», y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Pues este es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano." 1 Jn. 4, 20-21.

El Buen Samaritano: Lc. 10, 25…

Dios en los pequeños y en lo pequeño: Mt. 25,36…

La Solidaridad en clave franciscana

Desde nuestra opción de vida cristiana, e inherente a ella, estamos llamados a ser solidarios: “Gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los hombres de nuestro tiempo, de los pobres sobre todo y de todos los que sufren, son también los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los discípulos de Cristo y no hay nada verdaderamente humano que no encuentre resonancia en sus corazones” (GS 1).

Cristo crucificado es nuestro modelo de referencia. Dios, hecho hombre, solidarizado hasta la muerte y muerte de cruz, por los hombres.

Y la voluntad de su Padre fue que... se ofreciera a sí mismo como sacrificio y hostia, por medio de su propia sangre, en el altar de la cruz; no para sí mismo..., sino por nuestros pecados, dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas (S.Francisco, a todos los fieles).

El buen Pastor, por salvar a sus ovejas, soportó la pasión de la cruz. Y sus ovejas lo siguieron en la tribulación y la persecución, en el sonrojo y el hambre, en la debilidad y la tentación, y en todo lo demás; por eso recibieron del Señor la vida sempiterna. (S.Francisco, Adm.6).

La Solidaridad en clave HFI:

“Tratad a los demás, con la misma caridad, dulzura y amabilidad que deseamos para nosotras”.
“Distinguiros, de una manera especial en la práctica de la caridad fraterna”.
“No hacer esperar a nadie que llame a nuestra puerta”.
“Servicio amoroso y abnegación hasta el heroísmo”.
“El amor de Dios si no se expansiona en el prójimo sería una tragedia”

CELEBRACIÓN

Motivación:
Cuando dejamos de pensar en nosotros mismos, en que debemos enfrentar la vida por nuestros propios medios, sin ayudar ni pedir ayuda, cuando dejamos atrás ese modelo solitario que a veces la sociedad nos enseña, nos damos cuenta que la vida adquiere otro color.Mirar, abrazar, aconsejar a quien lo necesita es un acto que llena de luz nuestra existencia. No importa si creemos que tenemos mucho o poco para dar, lo importante es darlo con sinceridad.
Canto: Siempre es nuevo el amor N° 163 (folleto de la Provincia)

Dinámica

Desde la vida:Repartir en el grupo diarios de las dos últimas semanas (es importante tener una buena cantidad de diarios).
En parejas buscar situaciones que hablen de solidaridad. Recortar las noticias, titulares o fotos y armar una pequeña cartelera por cada pareja (tiempo estimado: 15-20 minutos)
Compartir las carteleras.
Preguntar al grupo ¿qué experiencias solidarias conoce en su comunidad, barrio, ciudad? Compartirlas muy brevemente.

Salmo: Leer e interiorizar el salmo y hacer resonancias. Después de las intervenciones se canta la antífona Solidaridad.

Antífona: “Compartir” N° 30

Mantener siempre atentos los oídos al grito de dolor de los demás y escuchar su llamada de socorro, es Solidaridad.
Mantener la mirada siempre alerta y los ojos tendidos sobre el mar en busca de algún náufrago en peligro,es Solidaridad.
Sentir como algo propio el sufrimiento del hermano de aquí y del de allá hacer propia la angustia de los pobres, es Solidaridad.
Llegar a ser la voz de los humildes, descubrir la injusticia y la maldad, denunciar al injusto y al malvado, es Solidaridad.
Dejarse transportar por un mensaje cargado de esperanza, amor y paz, hasta apretar la mano del hermano, es Solidaridad.
Convertirse uno mismo en mensajero del abrazo sincero y fraternal que unos pueblos envían a otros pueblos, es Solidaridad.
Compartir los peligros en la lucha por vivir en justicia y libertad arriesgando en amor hasta la vida, es Solidaridad.
Entregar por amor hasta la vida es la prueba mayor de la amistad, es vivir y morir con Jesucristo, es Solidaridad.
(LEONIDAS Proaño).

Cuento:

"SOLIDARIDAD"
En un lejano país hubo una vez una época de gran pobreza, donde sólo algunos ricos podían vivir sin problemas. Las caravanas de tres de aquellos ricos coincidieron durante su viaje, y juntos llegaron a una aldea donde la pobreza era extrema. Era tal su situación, que provocó distintas reacciones a cada uno de ellos, y todas muy intensas.El primer rico no pudo soportar ver aquello, así que tomó todo el oro y las joyas que llevaba en sus carros, que eran muchas, y los repartió sin quedarse nada entre las gentes del campo. A todos ellos deseó la mejor de las suertes, y partió.
El segundo rico, al ver su desesperada situación, paró con todos sus sirvientes, y quedándose lo justo para llegar a su destino, entregó a aquellos hombres toda su comida y bebida, pues veía que el dinero de poco les serviría. Se aseguró de que cada uno recibiera su parte y tuviera comida para cierto tiempo, y se despidió.
El tercero, al ver aquella pobreza, aceleró y pasó de largo, sin siquiera detenerse. Los otros ricos, mientras iban juntos por el camino, comentaban su poca decencia y su falta de solidaridad. Menos mal que allí habían estado ellos para ayudar a aquellos pobres...Pero tres días después, se cruzaron con el tercer rico, que viajaba ahora en la dirección opuesta. Seguía caminando rápido, pero sus carros habían cambiado el oro y las mercancías por aperos de labranza, herramientas y sacos de distintas semillas y grano, y se dirigía a ayudar a luchar a la aldea contra la pobreza.
Y eso, que ocurrió hace tanto, seguimos viéndolo hoy. Hay gente generosa, aunque da sólo para que se vea lo mucho que dan, y no quieren saber nada de quien lo recibe. Otros, también generosos, tratan de ayudar realmente a quienes les rodean, pero sólo para sentirse mejor por haber obrado bien. Y hay otros, los mejores, a quienes no les importa mucho lo que piense el resto de generosos, ni dan de forma ostentosa, pero se preocupan de verdad por mejorar la vida de aquellos a quienes ayudan, y dan mucho de algo que vale mucho más que el dinero: su tiempo, su ilusión y sus vidas.¡Aún estamos a tiempo de cambiar al grupo bueno!

Actividad: Compartir el mensaje del cuento

La Palabra ilumina la vida compartida:

La parábola del buen samaritano nos muestra el camino que propone Jesús para vivir el amor concreto como solidaridad con los demás.

Se trabaja en grupos de 4 - 6 personas.

Guía de trabajo grupal:

Lectura del texto: Lc. 10, 25-37

Luego de la lectura de cada uno se reconstruye, en forma oral, el texto entre todos los participantes. Después se lee el próximo y se repite la reconstrucción.

* ¿Qué dice el texto?
* ¿Qué grupos sociales del tiempo de Jesús aparecen en este relato?
* ¿Qué sabemos de esos grupos sociales del tiempo de Jesús? ¿Quiénes eran los maestros de la ley, fariseos, sacerdotes, levitas, samaritanos?
* ¿Cuál es la pregunta original del maestro de la Ley?
* ¿Cómo es la respuesta de Jesús?
* ¿Cuál es la actitud de las distintas personas que se cruzan con la persona que ha sido despojada?
Observa los pasos y actitudes del samaritano. Hacer una lista de las acciones que realiza.

* ¿Qué nos dice el texto?
* ¿Qué significa ser prójimo para Jesús? ¿Por qué?
* En nuestra sociedad, ¿quiénes podrían ser los personajes de la parábola?
* ¿En qué situaciones de hoy se plantean cosas parecidas a este relato?
* Revisar los pasos y actitudes del samaritano y aplicarlas a las situaciones que hayamos señalado en la pregunta anterior.
* ¿Qué nos enseña el texto sobre la solidaridad?

Celebración y compromiso

Armar un pequeño altar en el medio del grupo.
Compartimos la oración para poner en común todo lo que la reflexión sobre el texto bíblico ha despertado en nosotros.
Cada integrante del grupo formula un compromiso en voz alta para vivir el mensaje que encontramos en el texto.
Si el grupo no es muy numeroso se puede colocar un para de afiches grandes sobre una pared, y a medida que cada participante dice en voz alta su compromiso, lo escribe en los afiches a manera de "grafitti".
Si el grupo es numeroso, se reparte luego de la oración una hoja de papel tamaño oficio a cada uno para que escriba su compromiso (se da un tiempo de 5 minutos para hacerlo). Luego se pone en común y mientras cada uno lo dice en voz alta lo pega sobre los afiches de la pared, de manera de armar un gran mural.
Se termina con el canto "Si yo no tengo amor" “Canto Solidaridad” N° 368

* Oración Final:

Todos: Señor, abre nuestro corazón.

Animador: Los egoísmos de unos hacen la pobreza de muchos.

Todos: Señor, ábrenos a las necesidades de los otros.

Animador: La hartura de pocos contrasta con el hambre de muchos.

Todos: Señor, ábrenos a las necesidades de los otros.

Animador: Las ganas de tener nos endurecen el corazón.

Todos: Señor, ábrenos a las necesidades de los otros.

Animador: La necesidad de defender lo nuestro nos lleva a edificar tapias, cercas, barreras, para que nadie nos lo quite, para que nadie sepa lo que tenemos.

Todos: Señor, ábrenos a las necesidades de los otros.

Animador: El afán de estrenar y de comprar y de probar de todo nos lleva al consumismo, al derroche.

Todos: Señor, ábrenos a las necesidades de los otros.

(presentar otras oraciones espontáneas)






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